12 jun La turolense Rosa Blasco gana el Dedal de Oro, el “Goya” de la moda – Diario de Teruel
Su familia no tenía nada que ver con la moda, pero Rosa Blasco tenía claro que era su pasión. Por eso se lanzó y creó una empresa de alta costura y peletería que ayer recibió uno de los mayores reconocimientos que se pueden obtener en este mundillo: el Dedal de Oro, considerado como el «Goya» de la moda.
«Nosotras mantenemos la ilusión de seguir cada día, pero el premio supone seguir adelante en un momento complicado para nuestro trabajo», aseguró Rosa Blasco. Mantenerse en la alta costura no es sencillo, pero cuenta con una clientela fiel que en las grandes ocasiones no duda en confiar en sus manos y dejar el prêt-à-porter para otro día. «Hay un público que quiere exclusividad, estar seguro de que no va a encontrarse el mismo vestido y busca y demanda esto», indicó.
Nada hacía pensar hace algunas décadas que Rosa Blasco se dedicaría a la moda. «Mi padre tenía dos tiendas de electrodomésticos en Teruel y como era muy negociante, se vino a Valencia cuando yo tenía 17 años y fundó la primera tienda de informática de la ciudad. Un hermano ya estaba estudiando allí y otro les siguió y yo me terminé enamorando de un valenciano, aunque de sangre turolense». Pero todo cambió cuando unos amigos empezaron a dedicarse a la moda y ella se encargó de vender sus productos. De ahí a elaborar sus propios diseños solo hubo un paso, que se agrandó con la creación de un taller propio, en el que ahora trabajan siete personas.
Los principios fueron un momento de mucho movimiento. «Viajaba por toda España, antes trabajaba mucho en Madrid». Isabel Preysler fue una de sus clientas, aunque ahora está centrada solo en Valencia, donde el trabajo no le falta. Sin querer dar nombres propios, ya que es «gente muy discreta», asegura que es una clientela «muy buena» y que viste a familias enteras.
Hoy, su pasión se ha contagiado también a su hija María, que se preparó para acompañar a su madre en este mundo. «Estudió Administración y Dirección de Empresas y un curso de patronaje y costura». Aunque ambas tienen gustos muy diversos. «A ella le gusta una novia más lánguida, pero cuando una persona entra por la puerta depende de lo que ella quiera».
Su estilo se nutre en la moda de los años 50, «la más bonita», en opinión de Blasco. Aunque tampoco dejan de lado la innovación. «Sobre todo evolucionan los tejidos. Nosotras utilizamos tejidos naturales y trabajamos con empresas italianas», explicó. Este año, sus preferidos son los colores fuertes, vibrantes, como los verdes, sin olvidar el rojo, un color que reconoce que le gusta mucho y «que no pasa de moda», además de poder llevarse tanto en invierno como en verano.
De todos modos, sus diseños son solo un primer paso, ya que la última palabra la tiene el cliente. «Nuestra colección es un prototipo, pero se cambian cosas». Los vestidos de novia son los más laboriosos y ya tienen encargos para la próxima primavera. «Hay que hacer el vestido en glasilla (algodón crudo), lo probamos, hacemos retoques y lo cortamos en la tela final, porque son muy caras. Es un proceso muy laborioso, con tres o cuatro pruebas de media», aseguró.Si hay que bordar, todavía se alarga más, ya que todo el trabajo «es artesanal, casi a la antigua usanza».
Novias y madrinas son sus principales valedoras, aunque el negocio se asienta sobre una pata más, la peletería, que permite que no se trate de un trabajo estacional. «En verano, ya nos llegan abrigos de pieles para hacer composturas», es decir, cambiar su estructura para modernizarlos.
La piel con mayor salida en estos momentos de su taller es la de cordero. «Lo compran igual jóvenes que mayores, porque no se tira la piel del animal y se iba a sacrificar igual para comer». Sobre los abrigos de pelo ya hay «más reticencias» y además la peletería «ha subido muchísimo de precio» por la demanda del mercado ruso y asiático. Blasco recuerda que las pieles naturales «duran generaciones» a diferencia de las pieles sintéticas, que además «tardan mucho en desaparecer».
Sin olvidar Teruel
Aunque Rosa Blasco dejó Teruel hace bastantes años, sigue sintiéndose de aquí. «Le tengo muchísimo cariño a Teruel, tengo casa y voy en verano, en Navidad…», aseguró.
«Teruel es el sitio donde mejor me inspiro, me encanta ir», reconoció, a pesar de que Valencia le ha tratado «muy bien». «Tengo mis amigos allí, mi padre fue Vaquillero… No me he desvinculado», afirmó.
Premio a los mejores de la moda
Los Dedales de Oro son un premio que se comenzó a otorgar en el año 2007 para premiar a las mejores trayectorias de la moda española, tanto de diseñadores como periodistas, publicistas, etc.
En la sexta edición, que se celebró ayer durante una cena en el hotel Palace de Madrid, además de la turolense Rosa Blasco también recibieron galardones las diseñadoras grancanarias Elena Rubio y Ogadenia Díaz y la tienda de moda infantil asturiana Cocolisso.